Cuando se tiene un negocio es muy fácil utilizar los términos de cliente o de consumidor de forma indistinta, pero en realidad, hay definiciones específicas para cada concepto y es importante tenerlas en cuenta a la hora de valorar a aquellas personas que están interesadas en nuestra agencia inmobiliaria.
En Mare Rosso te explicamos cuál es el concepto de cliente y de consumidor en el ámbito inmobiliario para que puedas conocer las diferencias.
Definición de cliente inmobiliario
La definición oficial de cliente en cualquier diccionario, aparece como aquella persona que utiliza habitualmente los servicios de un profesional o de una empresa.
Por lo tanto, una persona que compra un servicio de forma esporádica, en principio no debería ser un cliente, sino que tendría que utilizar los servicios de la agencia de forma repetida. La persona que en principio solo compra algún servicio alguna vez, tendría que denominarse comprador o adquiriente.
Sin embargo, es muy habitual que en una agencia inmobiliaria se llame cliente a cualquier persona que entre en la agencia, ya sea para informarse o incluso si al final no quiere ningún producto o servicio ofrecido.
También es importante señalar, que antes de que una agencia inmobiliaria pueda considerar que tiene un cliente, esta persona va a pasar por diferentes etapas, una vez que ha entrado y mientras está en contacto con nosotros.
Por un lado, existen los clientes posibles que llegan caminando físicamente o navegando digitalmente a nuestra agencia inmobiliaria en busca de algo que puede interesarles, en este caso, se trataría de clientes potencialmente interesados, clientes desconocidos o simplemente interesados inmobiliarios, ya que en un principio, no han entrado en contacto con nosotros.
Por otro lado, gracias a técnicas de marketing de atracción, si conseguimos que entren en nuestra página web o que nos visiten físicamente y realicen cualquier contacto con nosotros, podremos denominarlos visitantes o navegantes fugaces, ya que una gran parte de estos navegantes y visitantes fugaces, aunque se hayan sentido interesados o atraídos por alguno de nuestros servicios, desaparecen después del primer contacto. Aquellos interesados que visitan nuestra web o nuestra agencia inmobiliaria y nos dejan sus datos de contacto, se podrían llegar a denominar navegantes tímidos.
Aquellos interesados, que aunque hayan huido, continúen en contacto, se pueden denominar prospectos, y una parte de esos prospectos, son los que van a continuar interactuando con nosotros e incluso llegarán a comprar algún producto o servicio, por lo tanto, estos serían los compradores o adquirientes. Si estos compradores nos llegaran a comprar más productos y servicios, entonces podremos llamarlos propiamente clientes.
Definición de consumidor inmobiliario
La definición de consumidor en el ámbito del marketing consiste en una persona u organización, que consume bienes o servicios, por un precio determinado de parte de un productor o proveedor.
En el ámbito inmobiliario, este concepto de consumidor, ya sea persona física o jurídica tiene que ver con lo que le pasa al inmueble o al servicio contratado una vez que se ha adquirido.
Es decir, un acto de compraventa o de arrendamiento sería un acto de consumo porque tiene una finalidad, y la gestión que se ha encargado en la agencia inmobiliaria, se ha consumido en el momento de la compraventa o arrendamiento, ya que la acción comercial no continúa una vez que se ha terminado este acto de consumo, aunque posteriormente se pueda volver a comercializar.
Diferencia entre cliente y consumidor inmobiliario
Atendiendo a estas definiciones, la diferencia fundamental entre un cliente y un consumidor inmobiliario, es que el cliente es la persona que compra productos y servicios de una agencia inmobiliaria de forma frecuente, mientras que el consumidor es aquel que utiliza o consume un producto o servicio.
Para una agencia inmobiliaria es muy importante conocer y controlar los datos tanto de sus clientes, ya que son los que realizan transacciones de forma regular, atraídos por un servicio integral y de calidad, como de sus consumidores, ya que si los productos y servicios ofertados no satisfacen la necesidad de los consumidores, habrá que plantearse algún cambio para poder cubrir sus necesidades.
Diferencia entre clientes y consumidores en el ámbito inmobiliario
30
Ago